La psicología trata de desenmarañar el tejido de la mente y su funcionamiento. Trata de explicar el por qué de determinadas conductas humanas. Cada día tomamos cientos de decisiones de forma consciente e inconsciente. De ahí que, a menudo, vivimos como autómatas. Y es cuando comienzan los problemas que pueden derivar en enfermedad. Por lo cual, debemos aprender a expresar nuestras emociones. Vivir en un estado de conciencia, de atención plena nos ayudará a minimizarlos. Sacar tiempo para cuidarnos, por dentro y por fuera, es esencial. Pasar unos minutos con nosotros mismos, a solas con nuestros recuerdos pasados, pensamientos presentes y simulaciones futuras culminará en el conocimiento completo de nosotros mismos. Tanto el Budismo como diferentes corrientes psicológicas, se cree en la bondad del ser humano. Además, se predica el aprender a ser bueno con uno mismo para poder serlo con los demás; saber perdonarnos.

       A través de herramientas como la relajación, la meditación y el Mindfulness, y su práctica, lograremos un estado de equilibrio y bienestar. Muchas investigaciones en Neuropsicología demuestran una mayor capacidad de concentración, disminución de ansiedad y estrés, incremento en la actividad del córtex prefrontal izquierdo, un proceso de envejecimiento más lento e incluso cambios en nuestra estructura biológica.
Yo lo practico y enseño a mis pacientes, ¿a qué esperas? ¡Todo son beneficios!