Trastorno del sueño: Desde la Antigüedad, el sueño es un tema de estudio para filósofos, psicólogos y médicos. De ser considerado un fenómeno pasivo en el que parecía no ocurrir aparentemente nada a estudiarse en todas sus fases: de cuatro a seis ciclos de sueño (sueño REM y no REM) durante toda la noche.
Para diagnosticar un trastorno del sueño se realiza un estudio del sueño, también conocido como polisomnografía que mide la frecuencia respiratoria, el oxígeno en sangre, la frecuencia cardíaca, las ondas cerebrales, los movimientos de las piernas y los movimientos de los ojos.
También se ha intentado analizar su contenido a través de adivinos, sacerdotes en el Antiguo Egipto, el Psicoanálisis, etc. Para la Neurociencia, no tienen ningún significado, simplemente es un proceso de “reset”.
Existen diferentes tipos de trastornos como:
El sonambulismo suele ser más frecuente en niños y es hereditario.
El insomnio puede ser breve (2-3 semanas) o crónico).
La hipersomnia (somnolencia diurna).
El bruxismo son movimientos involuntarios de actividad rítmica muscular masticatoria, está provocado por estrés y ansiedad.
Las parasomnias o terrores nocturnos suelen aparecer entre los 3 y 7 años, en el caso de los adultos aparece por estrés o alcoholismo.
La apnea: dejar de respirar mientras duermes.
El síndrome de las piernas inquietas.
Narcolepsia o “ataques de sueño”
La falta de sueño puede aumentar el riesgo de depresión, ansiedad, diabetes y enfermedades cardíacas. Su tratamiento suele combinar fármacos y cambios en el estilo de vida del paciente. Los expertos recomiendan llevar una buena dieta, hacer ejercicio, controlar el estrés y desconectar de los dispositivos móviles. No debes mirar una pantalla antes de irte a dormir ya que la luz que desprende nos hace estar alerta, disminuyendo la calidad y la cantidad de nuestro descanso.
El sueño es una actividad reparadora. Si no dormimos, morimos.
“El sueño es un arte poético involuntario”
-Immanuel Kan