¿Qué contestas cuando te preguntan si eres feliz? Yo contesto que sí, que soy feliz. Pero que la felicidad se da en momentos y que, luego, debes crear un equilibrio entre lo que tienes y a lo que aspiras o sueñas. Conseguir poner todo en una balanza y vivir.
Es un hecho que la felicidad es un estado subjetivo. Cada persona lo vive de un modo diferente. Es una emoción transitoria, no duradera. NO deberíamos obsesionarnos con ella pero pasa ya que, a diario, nos bombardean a través de anuncios, películas, canciones y festividades como la Navidad, el día de los enamorados… Además, los famosos libros de autoayuda y las típicas frases motivadoras tampoco ayudan. Todo y todos rezuman felicidad por los cuatro costados. Y los problemas aparecen si te comparas con ellos.
Sobra decir que se trata de pura ficción. La vida no es una película Disney como bien dice una de mis pacientes. En tu vida habrá etapas buenas y otras no tan buenas. Por lo que es aconsejable enfocarnos en la búsqueda de un equilibrio entre lo que tenemos y lo que deseamos, entre nuestras circunstancias vitales y nuestras emociones y sentimientos.
Incluso el gran divulgador Eduardo Punset escribió hasta un libro sobre eso: “El viaje a la felicidad”. Lo recomiendo al 100%. Esa fórmula de la felicidad es increíble. Haz la prueba. Te sorprenderán los resultados para bien.
Paralelamente, sabemos que tu felicidad depende, por completo, de ti, pese al 50% determinado por tus genes. El otro 50% puedes trabajarlo. Hay multitud de herramientas a tu alcance para “ser feliz” como cambiar tu estilo y actitud ante la vida, la meditación, la música, hacer ejercicio, conversar, contemplar el amanecer, pintar, escribir, leer, tener una mascota, cambiar de trabajo…
¡Amigos, sed felices!